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AMPLIAREl presidente de Italia, Sergio Mattarella, en su clase magistral en la Universidad de Chile (foto: ANSA)

Presidente italiano en Chile, con mensaje contra el negacionismo

Incluso un político leal y atento como Aldo Moro violó la práctica. Y como canciller autorizó por escrito a la embajada de Italia en Santiago de Chile a acoger a los exiliados chilenos que buscaban refugio de la dictadura de Augusto Pinochet.

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"El valor de la memoria en la historia de un país es un elemento fundamental de su identidad -dijo Mattarella- Al igual que en Europa, en América Latina debe pronunciarse con fuerza el no a toda negación, caldo de cultivo para la nostalgia autoritaria. El 'nunca más'' que sigue a la conciencia de una nación madura debe ir siempre acompañada del coraje de la verdad".

La memoria como herramienta para no volver a caer en las ansias autoritarias, que están en la base de la invasión rusa a Ucrania. O que puedan encontrar rincones de consuelo en la mente de los nostálgicos de todo rango y posición. En Italia estuvo Mussolini, casi treinta años después llegó Pinochet a Chile, símbolo "del horror perpetrado contra la vida y la dignidad de los chilenos", dijo Mattarella, quien este miércoles colocó una flor en el monumento en memoria de Lumi Videla, en la sede de la embajada italiana en Chile. Era una estudiante, formó parte del movimiento revolucionario chileno, y en 1974 fue asesinada y su cuerpo fue arrojado al jardín de la embajada, para desprestigiar la labor de ayuda a los opositores al régimen.

En la clase magistral Mattarella miró más allá de las relaciones e historia de Chile e Italia. Dos países unidos por el "compartir los valores democráticos y el estado de derecho, por la acción común -incluso a nivel internacional- para proteger los derechos humanos", dijo el Presidente. Y así, el salto a la actualidad era inevitable. Necesitamos huir "de la mera lógica del conflicto y del surgimiento, como en la reciente agresión rusa contra la independencia de Ucrania, de presiones hacia la confrontación militar que distraen enormes recursos necesarios para el desarrollo humano", subrayó.

Un pasaje que se suma a la petición de "abogados de las buenas causas, capaces de afrontar los desafíos que atañen a la supervivencia de la humanidad en su conjunto". Podría ser "América Latina y Europa", agregó Mattarella, quien recordó cómo Italia y Chile "comparten valores democráticos y el estado de derecho".

Durante la visita oficial, Mattarella se reunió con el Presidente de Chile, Gabriel Boric, en el Palacio de La Moneda. "Hace cincuenta años -recordó Mattarella en las declaraciones conjuntas- el golpe de Estado se vivió en Italia de una manera muy participativa y dolorosa: los italianos se sintieron involucrados en lo que sucedía en Chile. Entonces esa parte de la historia también era común". La cumbre sirvió para firmar memorandos de intención entre Italia y Chile sobre medio ambiente y sobre la formación de diplomáticos. Y para recordar la figura de Salvador Allende, "mártir de la democracia", dijo Mattarella. El jefe de Estado visitó su oficina: Allende se suicidó allí, mientras los soldados de Pinochet asaltaban el palacio presidencial.