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AMPLIARLula con el fondo de las Cataratas del Iguazú

Lula asume la presidencia del Mercosur y apuesta por cerrar este año el acuerdo con la UE

"Un documento inaceptable". El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su primer discurso ante la presidencia de turno del Mercosur, declara batalla por las cláusulas adicionales propuestas por la Unión Europea (UE) para concretar el acuerdo comercial.

Sigue.

El acuerdo, que costó 20 años de negociación, vuelve a estar en alza. Y el bloque sudamericano (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay), encabezado por Brasilia, se prepara para dar una "respuesta rápida y contundente" al pedido europeo de adiciones en materia ambiental, que prevén sanciones en caso de incumplimiento. 

"Estamos dispuestos a firmar", pero no con un cuchillo en la garganta, advirtió Lula, que rechaza cualquier tipo de "imposición". Porque un acuerdo en el que un "socio estratégico" amenace al otro es inadmisible. Por eso es necesario "sentarse, dirimir las diferencias y ver qué es bueno para los europeos, para Mercosur y para Brasil".

Por otro lado, el brasileño lo dejó claro: la Amazonia no puede ser considerada el "santuario de la humanidad", anunciando que también quiere invitar a Indonesia y a otros países africanos a una cumbre forestal el 12 de agosto para discutir "cuánto pueden donar o invertir los países ricos para mantener intacta la selva".

El bloque, rico en litio, cobalto y otras materias primas cruciales para las tecnologías de punta -aclaró Lula- "no está interesado en acuerdos que lo condenen a su papel eterno de exportador de materias primas, minerales y petróleo". 

El presidente también reclamó mano libre en las licitaciones de contratación pública, frente al acceso indiscriminado de empresas europeas. 

“Es inadmisible renunciar al poder adquisitivo del Estado, uno de los pocos instrumentos que quedan de política industrial”.

En los próximos días, luego de presentar un borrador a sus socios sudamericanos, Brasilia enviará una contrapropuesta a los 27. Justo a tiempo para las discusiones de la cumbre entre la UE y la Comunidad de Países Latinoamericanos y Caribeños (CELAC ) a desarrollarse el  17 y 18 de julio, en Bruselas, en los que, sin embargo, Lula aún no confirmó su participación.

Y aunque la presidencia de turno española del Consejo de la UE, encabezada por Pedro Sánchez, es propicia para la mediación, y países como Portugal presionan para llegar finalmente a la meta, hay otros, como Francia, bajo presión interna, que difícilmente podrán hacer grandes concesiones.

Por otro lado, el Mercosur ya está mirando para todos lados. La organización pretende “explorar nuevos frentes de negociación con socios como China, Indonesia, Vietnam y los países de Centroamérica y el Caribe”. 

Pero también está dispuesto a seguir adelante "con los acuerdos suscritos con Canadá, Corea del Sur y Singapur", porque "la proliferación de barreras comerciales perpetúa las desigualdades y perjudica a los países en desarrollo".  

Y el mandatario brasileño también valora una vez más la idea "de adoptar una moneda común para realizar operaciones de compensación comercial" entre los países de la región, para "reducir costos y facilitar aún más la convergencia".

Una moneda de referencia “específica del comercio regional, que no eliminará las respectivas monedas nacionales”.