GINEBRA (IPS) Los males de la crisis financiera y la contracción de las economías, que se propagan desde Estados Unidos, repercuten en las inversiones internacionales, con una disminución este año de 10 por ciento respecto del nivel récord de 2007, cuando sumaron 1,8 billones de dólares.
Por Gustavo Capdevila, para el Semanario Terra Viva de IPS.
En la presentación del Informe sobre las Inversiones en el
Mundo 2008, el secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo (Unctad), Supachai Panitchpakdi, vaticinó que las
inversiones extranjeras directas sólo ascenderán este año a 1,6 billones de
dólares.
Todos los aspectos relacionados con las inversiones dependerán
de la magnitud y la duración de la crisis actualmente en desarrollo, previno
Supachai.
El jefe de la Unctad saludó la iniciativa del gobierno de Estados Unidos de intervenir nuevamente en el mercado financiero con el lanzamiento de una operación de salvataje de por lo menos 700.000 millones de dólares para cubrir las pérdidas de los grandes bancos e instituciones financieras privadas.
En la presentación del Informe sobre las Inversiones en el
Mundo 2008, el secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo (Unctad), Supachai Panitchpakdi, vaticinó que las
inversiones extranjeras directas sólo ascenderán este año a 1,6 billones de
dólares.
Todos los aspectos relacionados con las inversiones dependerán
de la magnitud y la duración de la crisis actualmente en desarrollo, previno
Supachai.
"Todo el mundo coincide en que es encomiable el intento del gobierno estadounidense de hacer frente a la crisis financiera mediante un paquete amplio de apoyo al sistema, que es muy necesario", dijo Supachai respecto de la propuesta gubernamental que está pendiente de la aprobación del Congreso legislativo.
Supachai recordó que la Unctad, creada en 1964 para respaldar las políticas de los países en desarrollo, ha sostenido desde hace tiempo "la necesidad de colocar al sistema financiero dentro de un marco regulatorio, de manera que haya más transparencia y rendición de cuentas".
La Unctad subraya que, a pesar del funcionamiento del mecanismo liberal del mercado, "es inevitable que el Estado regrese y desempeñe un papel más marcado" en el área financiera, puntualizó el jefe de la agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La crisis financiera, que ya había comenzado a insinuarse en agosto de 2007, no interrumpió en ese período el ciclo de cuatro años consecutivos de crecimiento de inversión extranjera directa, hasta llegar a la cifra de 1,833 billones de dólares, que superó el récord anterior registrado en 2000.
A pesar de las penurias financieras y crediticias que aparecieron en la segunda mitad de 2007, los países industrializados, los países en desarrollo y las economías en transición hacia un mercado liberal de Europa sudoriental y de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), experimentaron un aumento continuo de la entrada de inversiones.
El aumento de las inversiones extranjeras directas derivó en gran parte del crecimiento económico relativamente elevado y de los buenos resultados alcanzados por las empresas en muchas partes del mundo.
También contribuyó hasta cierto punto la depreciación del dólar con respecto a otras importantes monedas. Sin embargo, los flujos de inversiones mostraron igualmente un incremento considerable, medidos en monedas locales. Con estos parámetros, el crecimiento de 2007 fue de 23 por ciento.
Los países desarrollo obtuvieron un aumento de 21 por ciento en la entrada de inversiones, hasta alcanzar un monto de unos 500.000 millones de dólares. En ese comportamiento influyeron el auge de los precios de los productos básicos y las mejoras de las políticas de acogida de las inversiones.
Un 75 por ciento de las reformas introducidas en los regímenes de inversión extranjera fueron favorables a los inversores, según la interpretación de la Unctad.
Las restantes correspondieron a modelos más restrictivos aplicados principalmente a industrias extractivas de América Latina, en particular en Bolivia y Venezuela.
Sin embargo, la Unctad aceptó que esas restricciones reflejaron preocupaciones estratégicas y de seguridad nacional.
Unos dos tercios de ese incremento en los países en desarrollo tomaron rumbo a Asia, un tercio se dirigió a América Latina y el Caribe y una décima parte ingresó a África.
Los países de la CEI, ex miembros de la desaparecida Unión Soviética, registraron un récord de arribos de 74.000 millones de dólares. También obtuvieron marcas sin precedentes los países menos avanzados, con 13.000 millones, y los africanos, con 53.000 millones.
Un rasgo singular de la inversión extranjera directa fue la confirmación de los fondos soberanos como motores de un número cada vez mayor de fusiones y adquisiciones transfronterizas, la principal modalidad del flujo.
Los fondos soberanos han sido creados por algunos gobiernos, a partir de la década de 1950, con la finalidad de invertir ahorros estatales en activos extranjeros. Esos fondos suelen asumir mayores riesgos y pretender rendimientos más elevados que otras colocaciones tradicionales efectuadas por las autoridades monetarias.
Por ejemplo, la Government Investment Corporation (GIC), controlada por el gobierno de Singapur, acudió en marzo en socorro de UBS (antes conocida como Unión de Bancos Suizos) al adquirir una participación de 9.800 millones de dólares en el capital de la principal entidad financiera suiza y primera víctima prominente de la crisis desatada por los créditos hipotecarios en Estados Unidos.
En coincidencia con el informe sobre las inversiones en 2008, la Unctad distribuyó también un estudio sobre las perspectivas de inversión en el mundo en el período 2008-2010.
Ese trabajo indica que la contracción de la economía y la inestabilidad financiera han obligado a las empresas transnacionales a ser más cautelosas con respecto a sus inversiones extranjeras directas a mediano plazo.
La mayoría de esas compañías consultadas por la Unctad respondieron que mantienen sus intenciones de aumentar el flujo de inversiones en los tres años venideros, pero de manera más moderada, explicó Anne Miroux, jefa del equipo que elaboró los dos documentos.
Los cinco países considerados más atractivos por las transnacionales para enviar sus inversiones futuras son China, India, Estados Unidos, Rusia y Brasil. La Unctad precisó que el interés por Rusia y Brasil ya figuraba en el estudio del año anterior, aunque ahora ha aumentado notablemente.
En esa lista figuran a continuación Vietnam, Alemania, Indonesia, Australia, Canadá, México, Gran Bretaña, Polonia, Sudáfrica, Francia y Turquía. (FIN).
Por Gustavo Capdevila, para el Semanario Terra Viva de IPS.
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