La Presidenta aseguró anoche que "la incansable lucha de las Abuelas fue fundamental para derribar el muro de impunidad en la Argentina". Y subrayó que "el coraje, el valor y la perseverancia que tuvieron ayudó a recrear la esperanza y la vida".
Fue durante un homenaje propiciado por la Argentina en la sede de la ONU.
La Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, encabezó ayer el homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo al
cumplirse 30 años de su trabajo por los derechos humanos, que se
realizó en la sede de las Naciones Unidas y que contó con la presencia
del titular de la ONU, el coreano Ban Ki Moon y del presidente de
Letonia Valdis Zatlers.
La ceremonia sirvió de homenaje a
Estela de Carlotto, titular del organismo, junto a los nietos
recuperados Victoria Donda, diputada nacional, Gabriel Cevasco, Ximena
Vicario y Pedro Luis Nadal García.
"En Estela Carlotto quiero
simbolizar el homenaje que los argentinos les debemos a estas mujeres
que con un pañuelo blanco en la cabeza se atrevieron donde nadie se
atrevía y lograron tal vez lo que nadie hubiera logrado", dijo la
Presidenta.
Cristina, que estuvo acompañada por el ex
presidente Néstor Kirchner, el canciller Jorge Taiana y el embajador
ante las Naciones Unidas, Jorge Argüello, recordó que "en mi banca de
senadora cuando me tocó votar las leyes de obediencia debida y punto
final, que eran el muro de la impunidad, recuerdo que dije que tal vez
si lo que les pasó a ellas me hubiera pasado a mi a lo mejor no hubiera
tenido esa serenidad ni esa paz".
"La lucha de esta mujeres se
hizo con serenidad y con paz nunca con gritos ni violencia, pero sí con
perseverancia y firmeza que consagraron una lucha de tantos años, que
fue derribando el muro de impunidad en la Argentina", destacó.
En
la muestra grafica que resume los 30 años de lucha de las Abuelas y la
recuperación de hasta el momento 95 nietos apropiados, Cristina dijo
que "este acto es recuerdo y homenaje, es la esperanza y es la vida y
esas esperanzas están hoy aquí detrás de Estela Carlotto y son los
hijos de los desaparecidos, los nietos recuperados por las Abuelas".
La
presidenta resaltó después que "el derecho a la identidad es un derecho
colectivo que tenemos todos y ellos, los nietos, también tienen ese
derecho". Finalmente Cristina dijo que "lo importante de esta lucha de
las Abuelas no es la lucha de odio, de venganza, ni de olvidos, al
contrario, es una lucha por la vida y por las esperanzas de los que
todavía faltan recuperar".
"Ustedes son, por sobre todas las
cosas, un inmenso, hermoso e interminable canto a la vida y a los
derechos humanos", subrayó la Presidenta.
Al acto realizado en
uno de los salones del edificio central de las Naciones Unidas,
concurrieron los ministros de Planificación Federal, Julio De Vido y de
Legal y Técnica, Carlos Zannini; el secretario de Derechos Humanos,
Eduardo Luis Duhalde y el embajador argentino en EEUU, Héctor Timerman.
También el diputado nacional José Maria Díaz Bancalari, los
intendentes de Rafaela Omar Perotti, de Avellaneda Baldomero Alvarez de
Olivera y funcionarios de relaciones exteriores argentinos, entre otros.
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