NUEVA YORK, 19 sep (IPS) - Cuando unos 150 líderes mundiales asistan a la cumbre que se inicia hoy en Nueva York para analizar la situación de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, una de las prioridades en la agenda será el tercero: promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Por Thalif Deen
"Una de las muchas razones para convocar a la cumbre es presionar al mundo para
que mantenga sus promesas hacia las mujeres", dijo el secretario general, Ban
Ki-moon.
Pero, en realidad, hay una amplia brecha entre las promesas y
su cumplimiento, mientras las mujeres continúan siendo superadas en número por
los hombres --cuatro a uno-- en parlamentos de todo el mundo.
En un
estudio titulado "Who Answers to Women" ("Quién responde a las mujeres"), el
Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) señaló que las
mujeres deben ser incluidas en todos los procesos de control.
"Generar
responsabilidad ante la igualdad de género no es un lujo", dijo este jueves a la
prensa la directora ejecutiva de Unifem, Inés Alberdi.
El estudio de
Unifem muestra que "si tuviéramos una responsabilidad más fuerte sobre los
compromisos asumidos hacia las mujeres, podríamos estar mucho más cerca de
alcanzar los Objetivos del Milenio", agregó.
Para superar la crisis de
responsabilidad tienen que implementarse dos elementos clave, sostuvo. Primero,
las mujeres deben estar representadas en cantidades mucho mayores en puestos de
toma de decisiones: política, empresas y cargos públicos.
Y segundo, se
necesita un cambio sistémico que coloque las necesidades de las mujeres en el
centro de los mandatos públicos. Esto incluye que el desempeño de funcionarios
públicos sea evaluado según sus antecedentes en cuanto al abordaje de
preocupaciones de igualdad de género.
"Sin implementar medidas fuertes
para rastrear los avances sobre igualdad de género, corremos el riesgo de que
compromisos como los Objetivos del Milenio sean palabras sobre papel", advirtió
Alberdi.
Las estadísticas presentadas en el estudio de Unifem hablan por
sí mismas: alrededor de 60 por ciento de todos los trabajadores familiares no
remunerados en el mundo son mujeres. Ellas ganan 17 por ciento menos que los
hombres, y en África subsahariana hay tres mujeres infectadas con VIH por cada
dos hombres.
Además, la violencia afecta a entre 10 y 60 por ciento de
mujeres y niñas (poner fin a la violencia contra ellas está faltando en los
Objetivos del Milenio), y los perpetradores son acusados en menos de uno de cada
10 casos estimados de violencia sexual y de género.
En los partidos
políticos de todo el mundo hay una mujer por cada dos hombres, y en los puestos
de alta gerencia hay apenas una mujer por cada nueve hombres.
"La
discriminación a esta escala, tras décadas de compromisos nacionales e
internacionales, es sintomática de una crisis de responsabilidad", señala el
estudio.
De todos modos, Unifem también se apresura a destacar algunos
de los avances logrados con los años: nueve de cada 10 niñas en todo el mundo
están inscriptos en la educación primaria, y la mitad de los 22 países que
alcanzaron una representación parlamentaria femenina de 30 por ciento son de
regiones en desarrollo.
Un periódico londinense dijo el jueves que
Ruanda se convertirá en el primer país donde las mujeres superarán a los hombres
en el parlamento. Según los primeros resultados electorales, por lo menos 44 de
un total de 80 escaños en el parlamento de ese país han sido ocupados por
mujeres.
En Costa Rica, las mujeres ostentan 43,9 por ciento de los
puestos de liderazgo en los partidos políticos, y en Honduras y Croacia más de
40 por ciento de los jueces de las Supremas Cortes son mujeres, según Unifem.
Mientras, la asistencia centrada en el género casi se triplicó (en
términos absolutos), pasando de 2.500 millones de dólares en 2002 a 7.200
millones de dólares en 2006.
Nueva Zelanda y Canadá tienen la proporción
más elevada de asistencia --alrededor de 11 por ciento-- asignada a la igualdad
de género como su principal objetivo.
Los Objetivos del Milenio,
definidos en 2000 por la Asamblea General de la ONU (Organización de las
Naciones Unidas), incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que
padecen pobreza y hambre (en relación a 1990), garantizar la educación primaria
universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil y la
materna.
Y también combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia
adquirida), la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad
ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, todo esto con
2015 como fecha límite.
Pero la implementación de estos objetivos ha
sido errática.
Consultada sobre la inminente cumbre, programada para el
25 de este mes, Jessica Neuwirth, presidenta de la organización Equality Now
(Igualdad Ya), dijo a IPS: "Espero que la necesidad de equidad de género sea
subrayada en la reunión de la ONU sobre los Objetivos del Milenio, porque es un
tema central para todos ellos".
El no hablar sobre igualdad de género
reflejaría un fracaso de la voluntad política de hacer avanzar la agenda en este
sentido, y un obstáculo para la concreción de los Objetivos del Milenio,
sostuvo.
Charlotte Bunch, directora ejecutiva del Centro para el
Liderazgo Global de las Mujeres en la Universidad Rutgers, dijo que el progreso
en la igualdad de género dentro de los Objetivos hasta ahora ha sido
"decepcionantemente lento".
La igualdad de género es un componente clave
de varios de los Objetivos del Milenio, y muchos gobiernos y la ONU han
reconocido fuertemente que es esencial para el desarrollo, señaló Bunch.
"Pero el compromiso de recursos y la voluntad política necesaria para
volver esto realidad todavía faltan a todos los niveles", declaró a IPS.
Pocos países en desarrollo hicieron de esto una prioridad en la
asignación de su dinero para el desarrollo, y pocos donantes han estado
dispuestos a destinar recursos para este fin, agregó.
Pero hasta que más
donantes cumplan con su compromiso general con el octavo Objetivo, garantizando
que el desarrollo sea financiado en la cantidad necesaria, será difícil imaginar
que la igualdad de género se convierta en la prioridad nacional que debería ser,
dijo Bunch.
Neuwirth señaló que la igualdad de género es comprendida
como un tema que atraviesa los Objetivos del Milenio, con el tercero abordando
específicamente la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las
mujeres.
La Declaración del Milenio, adoptada por los líderes mundiales
en 1990, establece ciertos valores considerados "esenciales".
Estos
incluyen la igualdad y, más específicamente, que se garanticen "iguales derechos
y oportunidades de mujeres y hombres".
Neuwirth dijo que en todo el
mundo continúan vigentes leyes que discriminan explícitamente a las mujeres,
colocando la aprobación formal del Estado en la discriminación de género.
"Es tiempo de superar la brecha entre retórica y realidad. Se suponía
que el proceso de los Objetivos del Milenio iba a facilitar la implementación de
los compromisos asumidos", agregó.
En un mundo donde las mujeres todavía
son tratadas como ciudadanos de segunda clase, sin igualdad ante la ley, que es
apenas el primer paso hacia la igualdad real, "tenemos que decir que el proceso
no está funcionando efectivamente y los compromisos no son respaldados por la
voluntad política necesaria para volverlos significativos", declaró Neuwirth.
Por Thalif Deen para Inter Press Service.IPS
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