La Ley 26.150, promulgada en octubre de 2006, establece un plazo máximo de 4 años para la aplicación de esta asignatura en todos los establecimientos públicos y privados del país. La sexóloga Fernanda Beltrame opinó sobre la complejidad de la transversalidad de la norma. Los docentes no están capacitados.
“A los chicos hay que hablarles siempre de sexo”, dijo la profesional.
El sistema educativo de todo el país tiene un gran desafío por delante: incluir entre sus asignaturas obligatorias, la materia Educación y Salud Sexual. Pero, hablar de sexo no es nada fácil, menos aún, para docentes que no están capacitados para hacerlo o que, en algunos casos, no quieren asumir el compromiso de responder a todas las inquietudes de los pequeños.
Entre los objetivos del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, se encuentran: la formación armónica, permanente y equilibrada de las personas. Promover actitudes responsables en relación a los chicos y su sexualidad. Evitar problemas vinculados a la salud sexual, etc.
“En esta norma la teoría es muy buena. Ahora, en la práctica las cosas no son tan simples. La transversalidad de la ley es lo complejo. Esto significa que los docentes de todas las asignaturas: Ciencias Sociales, Naturales, Lenguas, Matemáticas, deberán responder las inquietudes de los chicos en relación a la sexualidad”, dijo María Fernanda Beltrame.
La especialista manifestó que la mayor parte de los educadores no se encuentra aún en condiciones de transmitir esos conocimientos a los alumnos, aunque aclaró que en algunas escuelas y colegios (tomando las previsiones del caso), ya comenzaron a agruparse con los padres y tutores y a conversar sobre el tema y la participación de la familia en temas tan delicados como la sexualidad.
María Celia Nahra
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