El refrigerador, del que ya se obtuvo un prototipo, no se alimenta con electricidad ni utiliza gas freón, nocivo para el medio ambiente. Es obra de científicos británicos.
Los refrigeradores modernos son muy perjudiciales para el medio ambiente.
Funcionan
mediante la compresión y expansión de gases llamados freones, que
contribuyen poderosamente al conocido efecto invernadero.
Conforme
aumenta el nivel de vida en muchos países en desarrollo, se venden cada
vez más frigoríficos, con lo que aumenta la llegada a la atmósfera de
esos gases, más nocivos aún que el dióxido de carbono.
En
un intento de remediar esa situación, Malcolm McCulloch, un ingeniero
eléctrico de Oxford que se dedica a las tecnologías verdes, dirige un
proyecto de tres años para el desarrollo de mecanismos que pueden
utilizarse sin electricidad, informa hoy el dominical The Observer.
El equipo que dirige fabricó el prototipo de un refrigerador patentado en 1930 por el premio Nobel y su colega, el físico atómico húngaro Leo Szilard.
El
diseño, que utilizaba sólo gases a presión para congelar los alimentos,
se aplicó parcialmente en los primeros frigoríficos domésticos, pero la
tecnología se abandonó al ganar popularidad otros compresores más
eficaces a mediados del siglo pasado.
El modelo inventado por Einstein y Szilard no requiere los freones y usa en cambio amoníaco, butano y agua, y aprovecha el hecho de que los líquidos hierven a temperaturas inferiores cuando la presión del aire es menor.
"En
la cima del monte Everest, el agua hierve a una temperatura muy
inferior a la que se necesita cuando uno está a nivel del mar", explica
McCulloch.
En un lado está el evaporador, un recipiente que contiene butano. "Si
se introduce allí vapor, baja la temperatura a la que hierve el agua y,
al hacerlo, roba energía del entorno, lo que produce el efecto de
refrigeración", añade el científico.
McCulloch
cree que el diseño original de Einstein y Szilard no era muy eficiente,
pero si se mejora el diseño y se utilizan otros gases, será posible
multiplicar por cuatro su capacidad para refrigerar.
El
experto británico quiere llevar la idea más lejos aún: la única energía
que necesita el refrigerador es para calentar una bomba y McCulloch ha estado trabajando en la posibilidad de utilizar para ello energía solar.
El científico de Oxford no es, sin embargo, el único que trabaja actualmente en el desarrollo de frigoríficos ecológicos.
Los
ingenieros de una pequeña compañía de Cambridge llamada "Camfridge" han
comenzado a utilizar campos magnéticos para refrigerar.
"Nuestro refrigerador funciona de modo similar (a los que funcionan con compresores de gas), sólo que en lugar de utilizar un gas, empleamos un campo magnético y una aleación de metal especial", declaró al periódico el director general de esa empresa, Neil Wilson.
Según
Wilson, "cuando el campo magnético se aproxima a la aleación, es como
cuando se comprime el gas y cuando el campo magnético se aparta,
equivale a su expansión. Es un efecto similar al de las cintas de goma: cuando uno las estira, se calientan, pero cuando se contraen, se enfrían"
Fuente: EFE
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff