Enviar Nota | Imprimir

AMPLIAREl líder religioso pidió no usar la comida como arma y repasó los principales conflictos que azotan al planeta

El papa pide "acallar las armas" en Ucrania y en el mundo

El papa Francisco pidió el domingo "acallar las armas" en Ucrania, país golpeado por una "guerra insensata", durante su tradicional mensaje de Navidad, y recordó de nuevo otras regiones donde los conflictos hacen estragos.

Sigue.

En su bendición Urbi et Orbi, el Papa Francisco dirigió su primer pensamiento a Ucrania: "Que nuestra mirada se llene de los rostros de nuestros hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, en el frío o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción causada por diez meses de guerra".

"Que el Señor nos prepare para gestos concretos de solidaridad para ayudar a los que sufren, e ilumine la mente de quienes tienen el poder de silenciar las armas y poner fin de inmediato A esta guerra sin sentido!", expresó el Sumo Pontífice

"Lamentablemente, preferimos escuchar otras razones, dictadas por la lógica del mundo. Pero, quién escucha la voz del Niño?", se preguntó con retórica.

Hablando de la guerra en Ucrania, Francisco se refirió también a la crisis de los cereales y alimentos. "Pensemos en las personas que padecen hambre, especialmente los niños, mientras que cada día se desperdician grandes cantidades de alimentos y se gastan recursos en armas", subrayó.

El Papa sostuvo que el conflicto armado "ha agravado aún más la situación, dejando a poblaciones enteras en riesgo de hambruna, especialmente en Afganistán. y en los países del Cuerno de Africa".

"Toda guerra, lo sabemos, provoca hambre y explota los propios alimentos como arma, impidiendo su distribución a poblaciones que ya sufren", advirtió.

El Papa lanzó entonces un llamamiento: "En este día, aprendiendo del Príncipe de la Paz, comprometámonos todos, ante todo y ante todo, los que tienen responsabilidades políticas, para que la comida sea sólo un instrumento de paz. Mientras saboreamos la alegría de estar junto a nuestros seres queridos, pensemos en las familias más heridas por la vida, y en aquellos que, en este momento de crisis económica, luchan por el desempleo y carecen de las necesidades básicas de la vida".

En su bendición Urbi et Orbi, el máximo referente de la Iglesia Católica también mencionó las tensiones que afectan a Irán y Myanmar. Y dijo que espera la "reconciliación" de estos dos países para que "cese todo derramamiento de sangre".

Luego invitó a despojarse de todos aquellos "lastres" que nos impiden encontrar el camino de la paz: "apego al poder y al dinero, soberbia, hipocresía, mentira", describió. "Estos lastres -dijo en la tradicional bendición al mundo- nos impiden ir a Belén, nos excluyen de la gracia de la Navidad y nos cierran el acceso al camino de la paz.Y en verdad, debemos constatar con tristeza que, mientras se nos da el Príncipe de la Paz, continúan vientos de guerra para soplar hielo sobre la humanidad".

En su mensaje de Navidad y en el tradicional Urbi et Orbi, el Papa invitó a redescubrir el verdadero sentido de la Navidad.

"Superemos el sopor del sueño espiritual y las falsas imágenes de la celebración que nos hacen olvidar quién es el cumpleañero.

Salgamos de la algarabía que anestesia el corazón y nos lleva a preparar adornos y regalos más que a contemplar el Evento : el Hijo de Dios que nos ha nacido", exclamó.

Y llamó a una reconciliación para Tierra Santa, "donde en los últimos meses han aumentado la violencia y los enfrentamientos, con muertos y heridos. Imploremos al Señor para que allí, en la tierra que lo vio nacer, el diálogo y la búsqueda de confianza puedan reanudación entre israelíes y palestinos".

El día de Navidad, el Pontífice rezó también para que "el Niño Jesús apoye a las comunidades cristianas que viven en todo Oriente Medio, para que en cada uno de esos países se pueda experimentar la belleza de la convivencia fraterna entre personas pertenecientes a diferentes religiones".

No sólo hay guerra en Ucrania porque "nuestro tiempo está experimentando una grave falta de paz también en otras regiones, en otros teatros de esta tercera guerra mundial", remarcó Francisco.

También mencionó a Siria, "todavía atormentada por un conflicto que ha pasado a un segundo plano pero que no ha terminado", sostuvo. Luego Líbano "para que finalmente se pueda recuperarse, con el apoyo de la comunidad internacional".

También expresó preocupación por el Sahel, Yemen y por "las tensiones políticas y sociales" en el continente americano.

"Pienso en particular en la población haitiana que sufre desde hace mucho tiempo", completó.

"Si queremos que sea Navidad, la Navidad de Jesús y de la paz, miremos a Belén y fijemos la mirada en el rostro del Niño que nos ha nacido! Y en esa carita inocente, reconocemos la del niños que en todas partes del mundo anhelan la paz", deslizó en su Urbi et Orbi.