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Tucumano en submarino

Roberto Jorge Rovelló Ferrari, nacido en San Miguel de Tucumán es Cabo Primero Comunicaciones en el submarino ARA “Salta”.Este comprovinciano de 32 años ingresó en la Armada Argentina en 1996. Además de su especialidad en Comunicaciones y su función como encargado de publicaciones, Roberto hizo el curso de submarinista. La Fuerza de Submarinos cumplió el 3 de setiembre un nuevo aniversario, 75 años siendo parte de la Flota de Mar Argentina.

Roberto vive, con su esposa e hijos , en Mar del Plata aunque toda su familia aún se encuentra viviendo en Tucumán.

En el Salta’me ocupo de los trámites de mensajes y comunicaciones en general, en puerto y en navegación. Cubro maniobras en cubierta y en navegación, además, soy planero de proa”, cuenta el marino. 

De pequeño vivió en Tafí Viejo y concurrió al colegio Bartolomé Mitre. Su entretenimiento es la computación y el fútbol --siguiendo la tradición familiar de hinchas de San Martín de Tucumán. Su comida preferida, confesó Roberto, es el locro. 

“Mi familia me apoyó cuando ingresé a la Armada hace 7 años y me acompaña en todo lo que emprendo; también están en todo lo que hago porque comparto con ellos mis experiencias”, dijo el marino tucumano. 


A Roberto le interesó desde el comienzo de su carrera naval tanto la parte instructiva “que nos exigió mucho más de lo que nos imaginábamos”, dijo; como la operativa “que fue lo mejor, más cuando uno se da cuenta en el lugar que está y al que pertenece”, enfatizó el joven submarinista. “Lo que más me gusta del ámbito naval es el alto nivel de profesionalismo y el compañerismo entre la gente”, destacó.

Para él, la Armada es “un hogar, un trabajo, una pasión y una responsabilidad.” Y servir a la patria es “orgullo y futuro.” Entre sus mejores experiencias recordó su destino a bordo del aviso ARA “Gurruchaga” con el que conoció la Antártida y con el submarino “Salta” navegó hasta Brasil.

“En un submarino toda navegación es una experiencia mayor, porque el submarinista a diferencia de otros destinos, vive con mayor intensidad todo, desde el compañerismo hasta la operación desarrollada en ejercicios navales”, concluyó.  

Fuerza de Submarinos 
Para 1920, Argentina era uno de los pocos países sudamericanos que aún no había incorporado a su flota naves sumergibles; a pesar de tener personal de oficiales en instrucción sobre esta arma en la Marina de Estados Unidos desde 1917.  Más tarde, en el marco de la Ley de Renovación del Material Naval (Nº 11.378) sancionada en 1926, se autorizó la adquisición de seis embarcaciones sumergibles (dos grupos de tres) como así también la construcción de un apostadero e instalaciones para tal fin en Mar del Plata.  

Hoy la Fuerza de Submarinos, luego de cinco generaciones de unidades submarinas, está integrada por los submarinos ARA “Salta” (S-31), ARA “Santa Cruz” (S-41) y ARA “San Juan” (S-42) --con apostadero en la Base Naval Mar del Plata—que, junto a las unidades navales de superficie, se constituyen en piezas fundamentales en la defensa de los intereses argentinos en el mar. 

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