Poco se habla de los problemas que pueden dejar los golpes de cabeza, lesiones que son muy comunes en quienes sufren accidentes de tránsito. El traumatismo de cráneo puede afectar las funciones motoras del organismo, la conducta, las emociones y la capacidad intelectual. Infocívica.org.ar
La necesidad de realizar un tratamiento interdisciplinario para lograr la rehabilitación cognitiva, una disciplina poco desarrollada en nuestro país.
Las muertes por accidente de tránsito no dejan de ser noticia en la Argentina. Pero hay otra cara de lo que poco se habla: las secuelas que dejan los traumatismos de cráneo en los sobrevivientes de este tipo de siniestros, una lesión más que común entre las víctimas, que puede afectar las funciones motoras del organismo, la conducta, las emociones y la capacidad intelectual.
Según datos de la ONG Luchemos por la Vida, en la Argentina mueren 19 personas por día en accidentes de tránsito. Pero no sólo eso, unas 120 mil personas resultan con heridas de distinta consideración por año, a lo que se le suman otras miles que quedan discapacitadas.
Desde el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), por otro lado, aseguran que los traumatismos de cráneo son las lesiones máscomunes entre quienes padecen accidentes viales. Eso no es todo: “Prácticamente el 100 por ciento de quienes sufren estos traumatismos tienen consecuencias emocionales y conductuales y, en menor porcentaje, pueden acompañarse de disfunciones motrices, que van desde la pérdida de equilibrio hasta pérdida de control motor de mayor o menor grado”, señala la doctora Alicia Lischinsky, jefa de Neuropsiquiatra y de Docencia e Investigación de INECO.
Si bien las víctimas de accidentes de tránsito suelen ser en su mayoría jóvenes, hay datos sobre traumatismo de cráneo en los niños que ponen la piel de gallina: “Es la primera causa en el mundo de muerte traumática en menores de 15 años. Además, es causa de primer orden de retraso mental, epilepsia e incapacidad física”, aseguran desde INECO. Y agregan: “En edades pediátricas, el 70% de los traumatismos de cráneo se debe a accidentes de tránsito”.
“Es casi inevitable que quien protagonice un accidente de tránsito importante tenga golpe de cabeza, y que ello genere traumatismo de cráneo”, explica Lischinsky. Y señala que, aunque la persona que se haya golpeado sólo padezca una pérdida de conciencia por unos pocos minutos, “las consecuencias, aun cuando parece que no pasó nada, son importantes”. Es que, según la especialista, en este tipo de siniestros suele prestarse atención sólo a las lesiones físicas, que son las más visibles. “Muchas veces las lesiones cerebrales provocan cambios de personalidad, e incluso generan cambios en la capacidad intelectual, pese a que se trate de traumatismos leves”, destaca Lischinsky.
Por eso, la especialista destaca que, en muchos casos, estas personas padecen “un problema grave en su recuperación a futuro desde el nivel cerebral”. “Se generan problemas de memoria, disfunciones en la capacidad de planificar, empezar una tarea y sostenerla en el tiempo, controlar los impulsos en todos los ámbitos: académico, laboral, o simplemente en la convivencia familiar”, señala Lischinsky. Según la especialista de INECO, es fundamental tener en cuenta estos trastornos y encarar una recuperación con un “abordaje simultáneo y coordinado de profesionales de diferentes especialidades”.
En efecto, la rehabilitación cognitiva --una disciplina muy poco desarrollada-- requiere un tratamiento interdisciplinario: “Los problemas cognitivos requieren del abordaje de neuropsicólogos especializados en rehabilitación; las alteraciones de la comunicación y el lenguaje deberán ser tratadas por fonoaudiólogos y neurolingüistas; los problemas de reintegración laboral y académica por terapistas ocupacionales; los problemas de la marcha, equilibrio y control motor por kinesiólogos especializados en rehabilitación; los problemas conductuales por psicólogos especializados en terapia cognitiva y conductual en rehabilitación, y también se requerirá la intervención de neurólogos y psiquiatras entrenados en el manejo particular de las medicaciones que permitan optimizar el funcionamiento cerebral y controlar las conductas inapropiadas”, explica Lischinsky.
Un ingrediente más: la familia del afectado. “Son las primeras personas que padecen los cambios de la conducta de quienes sufrieron traumatismo de cráneo, pero también son parte del equipo de rehabilitación ya que están con el paciente la mayor parte del tiempo y serán quienes permitan o no que los logros del tratamiento se afiancen en la vida cotidiana. Por esta razón, la inclusión de los familiares y amigos del paciente resulta clave en el proceso de reintegración”, agrega la especialista.
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