La Paz, 12 sep (ABI).- El Gobierno declaró ayer viernes estado de sitio en todo el departamento de Pando, con el propósito de restablecer el orden ante la ola de violencia criminal desatada por bandas de paramilitares al servicio de la Prefectura de Pando.
El decreto fue hecho público por los
ministros de Defensa, Walker San Miguel; y de Gobierno, Alfredo Rada,
junto al Alto Mando de las Fuerzas Armadas y el Comandante General de
la Policía.
Dea/Dgav ABI
Paramilitares emboscaron a campesinos y Fernández mintió sobre la masacre
Cobija (Pando), 12 sep (ABI).- Un
puente ubicado a siete kilómetros de Porvenir por donde un millar de
campesinos que marchaban hacia Cobija en protesta de la violencia
impulsada por el prefecto Leopoldo Fernández, fue el escenario de la
masacre que paramilitares entrenados y financiados por el “cacique”
pandino desataron este jueves contra gente indefensa.
Los hechos desmintieron al prefecto Fernández, quien había
asegurado que se trató de un enfrentamiento armado “iniciado” por el
Gobierno.
Todos los testimonios señalan que se trató de una masacre por parte
de paramilitares, pese a que algunos campesinos llevaban en sus manos
alguna que otra escopeta que utilizan para cazar en el monte, según la
versión del senador Abraham Cuellar.
Roberto Tito, uno de los trabajadores rurales que estuvo en ese
puente cuando comenzó la balacera contra gente indefensa, testimonió
que ellos marchaban desarmados, pero de pronto escucharon los disparos
y algunas personas comenzaron a caer heridas de muerte.
Francotiradores ubicados en las copas de los árboles dispararon
sobre la multitud sin importar que marcharan niños y mujeres
confundidos entre campesinos, cuya única arma eran palos y machetes.
“Estábamos desarmados, no como dicen ellos. Nos detuvieron a unos
siete kilómetros antes de Porvenir y luego nos atacaron cuando
avanzamos a la altura del puente nos emboscaron y comenzaron a disparar
con ametralladoras automáticas”, relató Tito, compungido por la muerte
de al menos 10 de sus compañeros, ya que hasta este viernes se reportó
un número indeterminado de desaparecidos.
“Los compañeros tuvieron que escapar a todo lado. No perdonaban ni
a niños ni mujeres. Esta fue una masacre a los campesinos, esto es algo
que no debemos permitir”, señaló el trabajador rural.
El testimonio de Tito es respaldado por la versión del senador
Abraham Cuellar, quien asegura que a la altura del Puente de Cachuelita
había un boquete de 10 metros de ancho y de profundidad para que no
pase los camiones y no pase la gente. Es en estas circunstancias que
comenzó la balacera.
“La gente estaba caminando a pie, ha sido una emboscada preparada
por la Prefectura, planificada con armamento bélico y el resultado
lamentable son muchos muertos del lado campesino y la mayoría son de
las alcaldías de esa región que no pertenecen al MAS sino que son
organizaciones que apoyan al Gobierno”, dijo Cuellar.
PARAMILITARES DE LEOPOLDO
Ya en septiembre de 2006, la entonces ministra de Gobierno, Alicia
Muñoz, denunció que el prefecto Leopoldo Fernández entrenaba en Cobija
al menos a un centenar de paramilitares, bajo la fachada de conformar
una fuerza “para seguridad ciudadana”.
Aunque Fernández negó veracidad a esa denuncia, de la que Muñoz
tenía fotografías y grabaciones de video probatorias, el jefe de
Seguridad Ciudadana de la Prefectura de Pando, Alberto Murakami,
admitió el entrenamiento de civiles.
Murakami alegó entonces que se trataba de un centenar de “vecinos”
adiestrados para cumplir labores de vigilancia, ante el auge de la
“delincuencia” y el “déficit de policías”.
Muñoz hizo la denuncia como prueba de que los prefectos opositores
no actuaban legalmente como aseguraban. El tiempo y la masacre de gente
indefensa, lamentablemente dio la razón a esa ex Dignataria de Estado.
Porque dos años después, esos integrantes de “seguridad ciudadana”
cumplieron a cabalidad su papel para el que fueron entrenados:
dispararon a mansalva contra gente indefensa. No sólo eso, los
paramilitares, muchos de ellos brasileños, se encargaron de secuestrar
a quienes no pudieron escapar de las balas asesinas.
VICTIMAS ESCAPARON AL MONTE
En medio de la masacre los campesinos sólo tuvieron una alternativa
para salvar sus vidas y se internaron en el monte, mientras los
paramilitares descargaban sus armas sobre la multitud.
“Son gente de la Prefectura y del Servicio Departamental de Caminos
que están bien armados con ametralladoras y francotiradores porque de
las copas de los árboles nos disparaban a mansalva”, relató Tito.
La denuncia del dirigente campesino fue corroborada por el senador
Abraham Cuellar, quien aseguró que este viernes, a 24 horas de esa
masacre, la persecución paramilitar a campesinos pandinos continuaba.
“Sabemos que hay una persecución implacable en Filadelfia y
Cachuelita, que son provincias aledañas a Cobija, siguen los
asesinatos, siguen matando gente, gente desarmada”, aseguró el
legislador.
Acusó a sicarios contratados por las autoridades pandinas y que
andan armados incluso de ametralladoras, lo que obligó a que al menos
un centenar de personas hayan cruzado la frontera con Brasil para
buscar refugio.
ES UNA MASACRE
En ese contexto, se evidenció que hoy mismo una gran cantidad de
gente todavía se encontraba sobre la carretera de Porvenir – Puerto
Rico, Porvenir – Filadelfia, y Porvenir – Cobija.
“Hay gente en los montes y van saliendo a las carreteras a pedir
auxilio, ayuda, y ahí son encontrados y golpeados o son asesinados”,
denunció Cuellar.
Por ello, el legislador pidió que es urgente que las autoridades
nacionales asuman las medidas correspondientes “para salvar vidas que
están en peligro”.
“Lo que se esta haciendo es una masacre impresionante, es una
masacre, es un genocidio con personas inocentes, gente desarmada, se
están persiguiendo a alcaldes, concejales, dirigentes campesinos y
vecinales”, apuntó.
A las denuncias de Cuellar se sumaron otras que señalaron que en
las horas de la mañana de este viernes se habrían encontrado más
cuerpos en el monte y en los ríos de esa región, aunque oficialmente
las mismas no fueron confirmadas por alguna autoridad.
IDH, EL PRETEXTO
En ese contexto, la movilización de gente de la Prefectura, Sedcam,
sicarios y paramilitares contratados por el prefecto Fernández,
supuestamente en reclamo de la reposición del 30 por ciento de los
recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, es sólo la fachada
para consumar una dura represión.
“Pando recibe 8.000 bolivianos (anuales) por persona mientras que
cada paceño recibe 240 bolivianos por IDH, entonces no existe
argumentos, en Pando tampoco hay problemas de tierra, las tierras son
tituladas, entonces es la angurria, la ambición del Prefecto”, acusó
Cuellar.
Según el legislador, algunos campesinos tenían en su poder algunas
escopetas y rifles que lo utilizan para la caza, pero al verse
emboscados y tras que cayeron las primeras víctimas se vieron obligados
a responder a sus agresores.
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