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AMPLIAR@Hasta que valga la pena vivir", la frase que la constituyente chilena Alejandra Pérez estampó en su cuerpo. Imagen de la TV

La Constituyente chilena escuchó la voz de una mujer que luchó contra el cáncer

La constituyente Alejandra Pérez, elegida por la Lista del Pueblo, emocionó hasta las lágrimas con su discurso en el marco de la inauguración de los trabajos de la Convención Constitucional, al tiempo que mostró las huellas del cáncer de mama en su cuerpo.

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La dueña de casa, activista feminista y social, rostro de las marchas tras el estallido social del 18 de octubre de 2019, habló en el pódium con su torso desnudo mostrando las cicatrices de las mastectomías a las que fue sometida por el cáncer.

Con la consigna "¡hasta que valga la pena vivir!" escrita en su pecho desnudo, la representante del popular por un sector de Santiago conmovió a sus pares al relatar su experiencia cuando sufrió de cáncer de mamas y cómo se sintió en el sistema de salud público.

Desde esta semana, los integrantes de la Convención se encuentran realizando sus discursos de apertura para el debate constitucional.

En ese contexto, la exmilitante Lista del Pueblo expresó: "Soy Alejandra Pérez Espina, sobreviviente de cáncer de mamas, dueña de casa, mujer manifestante".

En su relato, afirmó que "no me haré la reconstrucción porque cada marca en mi pecho es un grito de alegría a la vida".

La integrante del órgano redactor contó "la culpa la sentí desde el diagnostico. Culpa por poder sanar, culpa por poder tener una cama, medicamentos y horas de atención. Culpa por aquellas que no tienen plata para una mamografía. Culpa por estar en el sistema privado de salud".

Y en ese sentido, cuestionó: "¿por qué tengo que sentir culpa si todos debiéramos tener derecho a la salud? Porque cuando hablamos del derecho a la salud, se tiene que traducir en el derecho a la vida".

Pérez también utilizó su espacio para referirse al estallido social y de cómo ella percibe el malestar de la gente en el país.

"Fueron años de malestar colmando las calles que nunca escucharon, fueron años de reclamos, nada hicieron. Fueron muchos los muertos, la justicia nunca llegó", afirmó en su discurso.

"Fueron millones sin casa, sin educación, sin salud, sin medicamentos, sin libros, sin alimentos, nada cambiaron", añadió.

Apuntó que "a partir del legítimo reproche a quienes prostituyeron la democracia, fue que se destiló la tinta con la que se escribirá la nueva Constitución que garantizará que la vida sea puesta en el centro de las decisiones públicas".

"Esa tinta tiene sangre, sudor, lágrimas de nuestra gente.

Esa tinta, la voz, usa premios, sus dolores, sus miserias, sus rezagos. El catastro completo de los desamparos", completó.

Al término de su discurso, la constituyente fue aplaudida y abrazada por convencionales que se encontraban en el pleno de la Sala.

La próxima semana, el pleno del órgano constituyente debe aprobar la propuesta de cronograma que sería entregada por la Secretaría Técnica a la mesa en las próximas horas.

Los plazos que se definan ahí determinarán también los tiempos de las siete comisiones temáticas, cuyos coordinadores ya han iniciado conversaciones informales para iniciar un proceso de audiencias coordinado.

Las comisiones temáticas deben definir además cuáles serán los temas que priorizarán en la discusión y qué materias -que no quedaron expresadas en los temarios mínimos aprobados en el reglamento- agregarán al catálogo.

Sobre las audiencias, el coordinador de la Comisión de Derechos Fundamentales, Matías Orellana (Colectivo Socialista) expresó que "Creo que es importante iniciar con las audiencias públicas, porque la nueva Constitución se debe escribir con participación e incidencia directa de la ciudadanía, la que nos enriquecerá previamente el debate".

Subrayó que "tenemos sobre nuestros hombros la responsabilidad de construir un nuevo pacto social a tono con las necesidades y demandas históricas de la sociedad civil organizada y el ciudadano de a pie, a mi modo de ver esa es la única forma de otorgarle legitimidad al proceso".